lunes, 15 de julio de 2013

El Holocausto del siglo XXI

"Si es necesario, los palestinos vivirán un holocausto" Matan Vilnai, Viceministro de Defensa israelí, febrero de 2008.

Es correcto afirmar que la mayoría de las personas que escuchan frases como "las partes están negociando", o "volvamos a la mesa de negociaciones", o "ustedes son nuestros socios de paz", suponen que hay paridad entre palestinos e israelíes y que gracias a los valerosos espíritus de cada bando que se han reunido en las distintas rondas de negociaciones de Paz, las dos partes han establecido al menos las cuestiones que las "dividen", como si cada una de ellas tuviera un fragmento de tierra, un territorio, desde el que enfrentarse a la otra. Esto resulta seriamente - de hecho, malintencionadamente - engañoso. En realidad, la desproporción entre los dos antagonistas es inmensa, tanto en relación al territorio que controlan como las armas de las que disponen. La información sesgada disfraza el alcance de esta disparidad. Consideremos los siguiente: Israel, fuerza ocupante, tiene un ejército profesional, el cual el armamento bélico se lo proporciona Estados Unidos - el cual finanza todas sus "locuras"-. Sin embargo, los combatientes palestinos, escasamente armados, han recibidos a esa fuerza descabelladamente superior firmes e inquebrantables. Lo que se refleja en lo que conocemos como la "Intifada". En los medios de comunicación, como el "The New York Time" o "CNN" o simplemente en los medios nacionales como "El Mercurio", "La Tercera" o "TVN", no han mencionado jamás que la violencia es desigual y que no se trata aquí de dos bandos implicados, sino solo de un estado que vuelca todo su enorme poder contra un pueblo sin Estado, varias veces refugiados y desposeído, privado de armas, de un ejército y de un liderazgo real, con el objetivo de destruir a dicho pueblo, como lo han dicho descaradamente los criminales de guerra que gobiernan a Israel.

Es esta la verdadera cara de Israel, estas son las formas de llegar a un acuerdo, mediante la fuerza, ejerciendo la destrucción y el genocidio.


Es esta la verdadera cara de Israel, estas son las formas de llegar a un acuerdo, mediante la fuerza, ejerciendo la destrucción y el genocidio.


Por último, quiero recordar unas palabras que emitió el Papá Juan Pablo II en el encuentro con Yasser Arafat, en 1991 en la santa sede, en Roma. "El pueblo palestino, que hunde sus raíces en esa tierra -refiriéndose a Palestina- y que vive disperso desde hace decenios, tiene el derecho natural, por justicia de volver a encontrar una patria y poder vivir en paz"


Hoy en la actualidad, Israel está liberando una guerra contra civiles, pura y simplemente, aunque en América Latina, Europa y en los Estados Unidos nunca oiremos describirla en esos términos. Se trata de una guerra racista, y en su estrategia y sus tácticas es también una guerra colonial. La comunidad internacional no puede - como hizo en el a o del Al-Nakba (1948)- volver a cerrar los ojos ante lo que está ocurriendo en la tierra de Palestina por mucho más tiempo. Israel está atacando a la población civil Palestina, y se le está haciendo sufrir desproporcionadamente, solo por el simple hecho de no ser judía.

La ocupación militar israelí afecta y reprime a todos los sectores y niveles de la vida del pueblo palestino, esto ya lleva 65 años de destrucción, soportando las injusticias, humillaciones, la privación de la libertad, las violaciones a los derechos humanos, es más; la limpieza étnica que quiere llevar Israel sobre la población Palestina ha sido esté ultimo tiempo la más frecuente, queriendo recrear un holocausto en los territorios palestinos propiamente tal.


viernes, 12 de julio de 2013

La gallina con huevos de oro y su fracaso.

La educación es un derecho que por definición, todas las personas, independiente de su edad, pueden y deben exigir.  Esto se reafirma en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención sobre los Derechos del Niño, entre muchos otros acuerdos y tratados internacionales. La educación es entonces, además de una garantía individual, un derecho social cuya máxima expresión es la persona en el ejercicio de su ciudadanía; no se reduce a un periodo de la vida sino al curso completo de la existencia de los hombres y las mujeres.
Sin duda, va de la mano con los movimientos sociales en Chile y en el mundo exigir a la clase política, demandas como una educación digna, de calidad y gratuita.

Una de las consecuencias más importante del surgimiento del movimiento social, es que ha demostrado que el actual modelo político, social y económico ha fracasado. Al repasar la época de los años 80´, vemos como un grupo de jóvenes profesionales con estudios en el extranjero, aplicaron una serie de medidas neoliberales, diseñadas por los llamados Chicago Boys, encabezado por Milton Friedman: partidarios del libre mercado, de la privatización y de la reducción al mínimo el rol del Estado. Pensaban haber traído a nuestro país una gallina con huevos de oro. Claro, traían un sistema nuevo e innovador, que prometía un Chile más justo y solidario. Donde todos y todas tendríamos las mismas oportunidades. Cualquiera diría que era un sueño cumplido. Vemos que esta historia se ha ido construyendo muy distinta de cómo nos contaron este bonito y especial cuento. Pues claro, no hay que ser injusto, esa gallina con huevos de oros existía, pero no exclusivamente al alcance de todos, solo para un pequeño grupo de familias chilenas.    

Es evidente que estamos frente a un escenario donde los movimientos sociales juegan un factor determinante. Tan determinante, que hay candidatos presidenciales como la candidata de la nueva mayoría, Michelle Bachellet haya escuchado estas demandas ciudadanas y las haya incorporado en su discurso y sean parte del programa el cual regirá en el próximo gobierno. ¡Es cosa de ver los hechos!: La misma noche que realiza su cierre de campaña en la zona norte de Santiago, en la comuna de Recoleta, su comando saca un afiche con la siguiente consigna: “Yo quiero que los sueños de la calle, sean los objetivos del gobierno… Nueva Constitución, reforma tributaria y educación gratuita”. Pero eso no es todo y lo que no es causalidad es que en este mismo afiche aparezca con la candidata a diputada por el distrito 19, Karol Cariola. Dirigente estudiantil y actual secretaria general de las Juventudes Comunistas. El mensaje es claro, y se refleja a través de Karol, como también en Camila Vallejo y Giorgio Jakson, jóvenes con ideas nuevas, comprometidos con transformar Chile hacia una nueva sociedad y un nuevo liderazgo.


Lo que estoy tratando de señalar, es básicamente que aquí hay un modelo que ha fracasado: Nos encontrarnos con injusticias y desigualdades, que afectan a una gran mayoría de la población, pero principalmente a los más vulnerables, aquellos que no tienen un ingreso digno. Por tanto. El modelo económico y político, que se ha implementado en Chile ha fracasado porque no cubre las necesidades de nuestra sociedad.