La educación es un derecho que por definición, todas las
personas, independiente de su edad, pueden y deben exigir. Esto se reafirma en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, la Convención sobre los Derechos del Niño, entre muchos
otros acuerdos y tratados internacionales. La educación es entonces, además de
una garantía individual, un derecho social cuya máxima expresión es la persona
en el ejercicio de su ciudadanía; no se reduce a un periodo de la vida sino al
curso completo de la existencia de los hombres y las mujeres.
Sin duda, va de la mano con los movimientos
sociales en Chile y en el mundo exigir a la clase política, demandas como una
educación digna, de calidad y gratuita.
Una de las consecuencias más importante del
surgimiento del movimiento social, es que ha demostrado que el actual modelo
político, social y económico ha fracasado. Al repasar la época de los años 80´,
vemos como un grupo de jóvenes profesionales con estudios en el extranjero,
aplicaron una serie de medidas neoliberales, diseñadas por los llamados Chicago
Boys, encabezado por Milton Friedman: partidarios del libre mercado, de la
privatización y de la reducción al mínimo el rol del Estado. Pensaban haber
traído a nuestro país una gallina con huevos de oro. Claro, traían un sistema
nuevo e innovador, que prometía un Chile más justo y solidario. Donde todos y
todas tendríamos las mismas oportunidades. Cualquiera diría que era un sueño
cumplido. Vemos que esta historia se ha ido construyendo muy distinta de cómo
nos contaron este bonito y especial cuento. Pues claro, no hay que ser injusto,
esa gallina con huevos de oros existía, pero no exclusivamente al alcance de
todos, solo para un pequeño grupo de familias chilenas.
Es evidente que estamos frente a un escenario
donde los movimientos sociales juegan un factor determinante. Tan determinante,
que hay candidatos presidenciales como la candidata de la nueva mayoría,
Michelle Bachellet haya escuchado estas demandas ciudadanas y las haya
incorporado en su discurso y sean parte del programa el cual regirá en el
próximo gobierno. ¡Es cosa de ver los hechos!: La misma noche que realiza su
cierre de campaña en la zona norte de Santiago, en la comuna de Recoleta, su
comando saca un afiche con la siguiente consigna: “Yo quiero que los sueños de
la calle, sean los objetivos del gobierno… Nueva Constitución, reforma
tributaria y educación gratuita”. Pero eso no es todo y lo que no es causalidad
es que en este mismo afiche aparezca con la candidata a diputada por el
distrito 19, Karol Cariola. Dirigente estudiantil y actual secretaria general
de las Juventudes Comunistas. El mensaje es claro, y se refleja a través de Karol,
como también en Camila Vallejo y Giorgio Jakson, jóvenes con ideas nuevas,
comprometidos con transformar Chile hacia una nueva sociedad y un nuevo
liderazgo.
Lo que estoy tratando de señalar, es
básicamente que aquí hay un modelo que ha fracasado: Nos encontrarnos con
injusticias y desigualdades, que afectan a una gran mayoría de la población,
pero principalmente a los más vulnerables, aquellos que no tienen un ingreso
digno. Por tanto. El modelo económico y político, que se ha implementado en
Chile ha fracasado porque no cubre las necesidades de nuestra sociedad.
Buen articulo, la reflexión es clara y critica. Felicitaciones.
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